lunes, 7 de noviembre de 2011

Recital Teatro Real.



Francesco Paolo Tosti (Ortona, 9 de abril de 1846 - Roma, 2 de diciembre de 1916) fue un compositor italiano, nacionalizado posteriormente británico, muy conocido en su tiempo por sus canciones. Compuso más de quinientas canciones para solita y piano, en las que utilizó textos de poetas como Antonio Fogazzaro, Rocco Pagliara y Gabriele d'Annunzio. Entre los títulos más famosos, figuran Malìa, Vorrei morir, Non t'amo più, L'ultima canzone, Ideale y A Marechiare (esta última se ha convertido en una de las canciones napolitanas más célebres). Cantantes de la talla de Enrico Caruso, Giuseppe Di Stefano, Luciano Pavarotti, José Carreras, Mirella Freni, Renata Tebaldi Thomas LoMonaco,Gerome LoMonaco, Leo Nucci, Dalmacio Gonzalez, Katia Ricciarelli, Mario del Monaco, Jerry Hadley... han cantado sus canciones.


Osmán Perez Freire (Santiago de Chile, 1880 - Madrid, España, 28 de abril de 1930), compositor, pianista y músico chileno. Emigró a la Argentina, en 1891, radicándose en Buenos Aires, donde compuso algunas obras musicales y fue presidente de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores, por coincidencia, sin dejar de ser chileno. Regresó a Chile en 1908. Entre sus canciones más destacadas, se encuentran: El Delantal de la China, La Tranquera y también, el Ay, Ay, Ay (su canción más conocida, y que fuera grabada por muchos artistas, tales como los famosos tenores Jussi Björling, Mario Lanza, Engelbert Humperdinck, Tito Schipa , Chet Atkins, Alfredo Kraus, Nana Mouskouri, Luciano Pavarotti, Plácido Domingo, José Carreras,y otros artistas como Los Huasos Quincheros, Antonio Zabaleta, etc). Murió de un ataque cardíaco en un hotel de Madrid, España en abril de 1930, mientras daba una serie de conciertos junto a su orquesta. Sus restos fueron repatriados a Santiago de Chile y sepultados en el Cementerio General de dicha ciudad.
Pablo Sorozábal Mariezcurrena (San Sebastián, 18 de septiembre de 1897 — Madrid, 26 de diciembre de 1988), compositor español, uno de los más destacados autores de obras sinfónicas y del género lírico (zarzuela y óperas chicas) del siglo XX. Entre sus principales y más conocidas obras, cabe destacar Katiuska, la mujer rusa (1931, Barcelona), Adiós a la bohemia (1933, Madrid), en la que trabajó con el gran literato Pío Baroja, La del manojo de rosas (1934, Madrid), La tabernera del puerto (1936, Barcelona), Black el Payaso (1942, Barcelona), Don Manolito (1943, Madrid), etc. Revisó y rescató obras del siglo XIX como Pan y Toros (de Barbieri) o Pepita Jiménez (de Albéniz) obteniendo un gran éxito artístico, pero no económico. Su longevidad le hizo ser testigo de la pérdida del género lírico español, lo cual achacó siempre a la mala politica cultural y a la paulatina desaparicion de la cultura musical. Su última obra, finalizada en septiembre de 1988, fue Variaciones para quinteto de viento, compuesta cuando el Quinteto de Viento Pablo Sorozábal donostiarra le pidió permiso para adoptar su nombre. Murió sin poder estrenar la que él mismo consideró su mejor obra: la ópera Juan José, que fue finalmente estrenada en versión de concierto en el Kursaal de San Sebastián el 21 de febrero de 2009. La tabernera del puerto es una zarzuela, denominada también como Romance Marinero, en 3 actos, libreto de Federico Romero Sarachaga y Guillermo Fernández-Shaw Iturralde, música de Pablo Sorozábal. Fue estrenada el 6 de abril de 1936 en el Teatro Tivoli de Barcelona. La acción se desarrolla, en la fecha contemporánea al estreno, en el puerto de la ciudad imaginaria de Cantabreda, en el norte de España. En el puerto se encuentra la taberna de Marola. Nadie sabe el origen de Marola, solamente se conoce que la taberna fue costeada por el bandido Juan de Eguía, al que todos creen su marido. El marinero Simpson habla de Leandro (un pescador enamorado de Marola). Marola y Leandro se enamoran. Abel, un adolescene intérprete del acordeón, también se enamora de Marola pero no es correspondido. Un grupo de mujeres del pueblo reprochan a Marola que vuelve locos a todos los hombres, pero ella se defiende recriminándoles que no prestan atención a sus esposos. Juan de Eguía golpea a Marola ante la impotencia de Abel. Al día siguiente Abel cuenta lo sucedido, lo que hace que todos los presentes busquen a Juan para pedirle explicaciones. Leandro conversa con Juan el cual confiesa que Marola es hija suya, ante lo cual Leandro convence a su amada para que huya con el. Juan de Eguía aparece de nuevo y le promete a Leandro la mano de Marola a cambio de que introduzca un fardo de cocaína en la ciudad. Leandro acepta y acompañado de su amada se dirigen en una pequeña embarcación hacia una cueva que solo tiene acceso por mar, para cargar el fardo de cocaina, pero son sorprendidos por una tormenta y desaparecen. Abel canta a la desaparecida Marola, mientras Juan entristecido les cuenta a todos los presentes que ella es en realidad su hija. Poco después el marinero Simpson trae la buena noticia de que Leandro y Marola están vivos y se dirigen al puerto detenidos por los carabineros. Juan confiesa ser el verdadero culpable de todo lo sucedido y es detenido, mientras que Leandro y Marola quedan en libertad. (1998)
JAUME ARAGALL, TENOR. AMPARO GARCÍA CRUELLS, PIANO.

domingo, 6 de noviembre de 2011

MADAMA BUTTERFLY...


Jaume Aragall Pinkerton y Virginia Zeani (Cio Cio San) al
Gran Teatre del Liceu.
Madama Butterfly. Temp. 1965-66.

Con esta ópera Puccini inició su primera incursión en mundos más exóticos para la ópera como era el Lejano Oriente y que seguiría más tarde con Turandot, sin olvidar esa "Fanciulla" que compuso y situó en el Oeste- California- durante la fiebre del oro ("La Fanciulla del West). Los éxitos de "La Bohème" y "Tosca", además, le habían situado como uno de los veristas (tendencia cultural que consiste en aportar un mayor realismo en la ópera, homogeneización de partitura y apartado de ese mundo del bel canto en lo referente a renunciar a los artificios vocales ) con más éxito, junto a Giordano, Leoncavallo o Mascagni.

La ópera, como la mayoría compuesta por Puccini, no tiene una base literaria tan específica como pueden serlo las óperas verdianas por lo que no se puede precisar en que libro se basa Madama Butterfly. Los estudiosos comentan acerca de "Madama Chrysanthème", escrita por Pierre Loti, y también por relatos como el de John Luther Long sobre una geisha que se convierte al cristianismo en una pequeña misión norteamericana de Nagasaki.

Su estreno en la Scala de Milán fue un maravilloso fiasco. Sí, lo han leído bien, un maravilloso fiasco que provocó ciertas modificaciones en la ópera entre las que destaca la composición de esa genial aria de Pinkerton "Addio,fiorito asil", o el corte en el segundo acto para dividirlo y dar lugar a un tercer acto, aparte de modificaciones de menor grado. Así, lo que fue un boicot de determinados aficionados, loggionisti- público del "gallinero"- hacia la ópera provocando un total desbarajuste en la puesta de estreno de la ópera, permitió "crecer" a la ópera hasta alcanzar su sitio de verdad dentro del repertorio operístico. El posterior reestreno de la ópera se realizó, tres meses después, en Brescia con el éxito que le acompaña en la actualidad.


Acto I

La ópera comienza con un brevísimo y bello preludio. En escena se encuentran Goro, alcahuete nativo, y Pinkerton, un teniente de la marina norteamericana charlando, mediante el uso de diálogos cortos, sobre la casa que el americano ha comprado para su estancia en Nagasaki y, ya de paso, le presente Goro el grupo de sirvientes que acompañan a su "esposa" ( ya en la obra de Loti se comentaba el hecho de que los navegantes y agentes consulares tenían la posibilidad del matrimonio temporal). La presencia de Suzuki es fundamental en el desarrollo posterior de la ópera y aquí lo muestra ("Il riso è frutto e fiore..."...la risa es fruta y es flor) en su primera aparición. La llegada del cónsul Sharpless inicia una conversación donde se manifiestan los sentimientos "oscuros" de Pinkerton, decidido a que la geisha sea algo temporal hasta que pueda "casarse con una verdadera esposa americana". Tras una conversación breve acerca de la casa llegan los primeros momentos inolvidables de esta ópera como ese "Dovunque al mondo...Affonda l'áncora" donde refleja su personalidad trivial. Cuando le pregunta Sharpless si está enamorado, Pinkerton le confiesa que no sabe si es amor o un simple capricho ("Amore o grillo"...Amor o capricho) y en el que explica cuál fue su primera impresión de la joven geisha mientras que el cónsul le comenta, posteriormente, que esa geisha pasó por el Consulado y cuando la oyó sintió que su voz le llegó al alma ("Ier l'altro,el Consolato sen venne a visitar..." Anteayer vino a visitar el Consulado) y le pide que la trate bien porque es un corazón quizás crédulo y "no debiera emitir sonidos de dolor". La llegada de Madama Butterfly a la casa de Pinkerton rodeada de familiares es de gran belleza, especialmente esas frases que canta a medida que se va acercando ("Spira sul mare e sulla terra" "...Io son venuta al richiamo d'amor"). El reencuentro es afectuoso pero se nota quién está enamorada y quién no. La conversación es curiosa sobre la edad de la joven, su situación ( "Nessuno si confessa..." Nadie confiesa jamás) mientras que se oye al resto de parientes dudando del futuro de la pareja. En un aparte, Butterfly y Pinkerton empiezan a conversar alejados del "mundanal" ruido en lo que es un preludio de lo que será uno de los mejores dúos de ópera de la historia y que alcanza su momento estelar en esa pequeña aria "Ieri son salita...Io seguo il mio cammino " en el que le confiesa que se ha convertido a la religión que profesa él y que desea compartir, arrodillada, los mismos ruegos. Es el momento de la boda que lleva a cabo el comisario y, tras el cual, se despide Sharpless con un expresivo "Giudizio"(prudencia) a Pinkerton. Una vez reunidos los parientes de Butterfly, Pinkerton realiza el brindís hasta que la llegada del tío Bonzo provoca una situación tensa pues revela a los demás parientes que ella ha renunciado a la religión de sus antepasados y les pide que renieguen de ella. En ese momento, Pinkerton salta ante el tío bonzo y le obliga marcharse mientras que ella se queda turbada ante el abandono de sus parientes. El dúo que continúa a esta escena es, quizás, el mejor dúo de amor compuesto aunque tales afirmaciones son subjetivas pero estoy seguro que si se inicia en la ópera este dúo le "marcará". Está separado en dos partes: la primera se inicia con el momento en que Butterfly sale de la habitación tras quitarse el traje de ceremonia y él la tranquiliza con ese "Bimba dagl'occhi...Niña con los ojos..." con el que pretende que se olvide de ese fin lamentable de la ceremonia con el tío Bonzo, hasta el momento en que le comenta sobre su bonito nombre; la segunda parte es, con mucho, lo mejor, con ese maravilloso "È notte serena. Guarda dorme ogni cosa" en el que ambos contemplan la noche estrellada con una secuencia admirable, digna de ser disfrutada una y otra vez.

Acto II

Ya han pasado tres años y nada se sabe de Pinkerton, que abandonó Nagasaki al poco tiempo de casarse, dejando al cónsul con el deber de hacerse cargo del alquiler. Pero la situación es más dura porque la ruina se acerca a la casa de la geisha. Ella se mantiene firme en su idea de que él volverá y así lo demuestra en esa célebre aria "Un bel dí vedremo"(Un bello día veremos...) donde se imagina como será el reencuentro entre ambos donde la melodía tiene un gran valor. La llegada de Goro y Sharpless la devuelve a la realidad. Mientras que conversan ella y el cónsul acerca de la promesa de Pinkerton de volver "cuando el petirrojo rehace su nido" aparece el tema de su situación y cómo Goro le trató de convencer de aceptar la proposición de Yamadori, un rico poseedor que, para más inri, aparece en ese momento. En este punto se observa hasta que punto está tan convencida de su amor por Pinkerton a pesar de las súplicas de Yamadori, las advertencias de Goro y el desconsuelo del cónsul que lleva una carta para ella. Cuando se quedan los dos solos, él pasa a leer la carta que le entregó Pinkerton y donde le advierte para que prepare a Butterfly "para el golpe" , todo ello acompañado de un pequeño dúo que agradará al que acerque a ésta ópera por primera vez. Antes de desvelarle la verdad, le pregunta a ella sobre la posibilidad de que Pinkerton no pudiera volver nunca. Ella queda perpleja por la pregunta y le responde: o cantar...o morir. Sharpless no puede soportar el sufrimiento de ella y le recomienda que acepte la proposición de Yamadori. La situación se acentúa cuando Butterfly le presenta a su hijo y le pide al cónsul para que escriba a Pinkerton de que le espera su hijo ( "E questo? e questo?"...¿y ésto?¿y ésto?) La aria que le continúa ya es un reflejo de lo que acontecerá en el acto III.

El cañonazo desde el puerto da lugar a la llegada de Pinkerton( aunque su presencia en escena será en el siguiente acto) y de uno de los momentos bonitos de la ópera en la escena del dueto de las flores. La llegada del barco de Pinkerton genera un primer momento de ilusión de la joven ("trionfa il mio amor") y también un poquillo de rencor hacia todos que, en su tiempo, le negaban la esperanza del retorno del norteamericano. Esa alegría le lleva a realizar, junto a Suzuki, una animosa "bienvenida"("Seminiamo intorno april"..."Sembremos el mes de abril") para cuando llegase Pinkerton. El acto se termina con la espera de la geisha mientras se oye un coro de pescadores, a bocca chiusa, desde fuera de los escenarios.


Acto III.
Como recordará, al principio de esta sinopsis comenté que una de las mejoras tras el fracaso del estreno fue dividir el primitivo acto II. Sin embargo, desde el punto de vista argumental no cambia nada ya que es la continuación de esa noche de espera y que ya está amaneciendo. La pobre Butterfly, que se quedó toda la noche en vela esperando la llegada de Pinkerton, se acuesta agotada como así le pide Suzuki. Cuando Butterfly y el niño se retiran a descansar, se produce el regreso de Pinkerton y Sharpless. Suzuki los recibe y les comenta que la pobre está descansando; ellos le piden que no la avise. En el momento en que ellos niegan el aviso a Butterfly, Suzuki observa que hay una tercera persona en el jardín : esa "verdadera esposa americana" que tanto comentaba Pinkerton en el acto I. Sharpless le revela la noticia de que Pinkerton se casó y le pide que sea el apoyo para la geisha porque "para sus penas no hay consuelo posible" . Este trío es revelador de los remordimientos que empiezan a aparecer en Pinkerton y que "explotarán " posteriormente en su gran aria. Mientras Suzuki y Sharpless tratan de conversar sobre la necesidad de que Butterfly la conozca, Pinkerton se queda rondando por la casa y el sufrimiento se siente en cada nota que surge de su voz y que llega al momento culminante con " Tre anni son passati ,e noverati n'ha i giorni e l'ore" donde cae en la cuenta del daño que ha ocasionado a la pobre, a la geisha que ha contado los días y las horas desde su marcha. Suzuki marcha a hablar con Kate, la mujer que llegó con ellos dos, mientras que el cónsul y Pinkerton se quedan solos. Le pide al cónsul que le de todo el apoyo a la vez que le confiesa su remordimiento mientras que éste le recrimina que ,en su momento, no le hiciese caso y le revela que ella se negó a todos los consejos ,dudas ya que creía en ese amor. Pinkerton se despide de la casa con el célebre "Addio,fiorito asil", de gran intensidad y en el que su desesperación es total (ah! Son vil!). Un breve diálogo entre Suzuki y Kate es el preludio de la aparición de Butterfly que nota que hay alguien fuera. La aparición es optimista (È qui...è qui) pero enseguida mutó cuando ve a Kate y a Suzuki llorando. Cuando Sharpless le revela que es su esposa, Butterfly muestra su carácter más maduro ("sotto il gran ponte del cielo"... "Bajo el gran puente del cielo") en este momento en el que trata de tranquilizar a la esposa de Pinkerton de que no se preocupe por ella. Respecto a su hijo, " a él se lo podrá dar si viene". La marcha de Kate y el cónsul deja solas a Suzuki y a Butterfly con lo que se llega al final. Suzuki va a la busca del niño mientras la geisha coge el cuchillo con el que su padre se hizo el hara-kiri para también realizarlo ella. En el momento de hacerse el hara-kiri, Suzuki le envía el hijo (con el fin de evitar el fin de ella). Es el momento de la última aria de Butterfly (Tu!,Tu!), muy emotiva en la que se despide de su niño. Le pide que se vaya a jugar y, en el momento en que el niño se adentra realiza el hara-kiri mientras, desde lejos, se oye la voz de Pinkerton tratando de llamarla. El final dramático coincide con la bajada de telón: Pinkerton se queda apesadumbrado y arrodillado ante el cadáver de Butterfly mientras Sharpless trata de llevarse el niño sin que éste pueda ver a su madre muerta.

DISCOGRAFÍA.

Performer: Alberto Rinaldi, Angel Petkov, Anna Tomowa-Sintow, Giacomo Aragall (Aragali), Giacomo Argall, et al.
Orchestra: Sofia National Opera Chorus and Orchestra, Sofia National Opera Orchestra
Conductor: Rouslan Raichev
Composer: Giacomo Puccini
Audio CD (October 24, 1995)

jueves, 3 de noviembre de 2011

LUCREZIA BORGIA.



Gaetano Donizetti (1797 - 1848)

Gaetano Donizetti nace el 29 de noviembre de 1797 en la ciudad lombarda de Bérgamo, de familia humilde. A los ocho años es admitido en las Lezzioni caritatevoli di musica que dirigía Johannes Simon Mayr , Mayr influyó altamente en el joven Donizzeti, aproximándolo hacia los modelos del Clasicismo Vienes, lo que dio lugar a sinfonías, cantatas, cuartetos y quintetos que Donizzeti compuso siguiendo los modelos de Haydn y Mozart, cultivando a su vez la música sacra.

En 1815 es enviado al Liceo Musicale de Bologna, donde permanecerá dos años para perfeccionarse en las técnicas de contrapunto con el padre Mattei, también maestro de Rossini. Es aquí en Bologna, donde compuso sus primeras óperas: Il Pigmalione (1816), Olimpiade y L´ira d´Aquille (ambas 1817), pero su primer éxito, llegó con Enrico di Bologna, estrenada en Venecia en 1818. Sin embargo el verdadero éxito le llegará en 1824 con dos de sus operas que recibieron un clamoroso recibimiento con pocos meses de diferencia: Zoraira di Granata (Roma) y sobre todo L´aio nell´imbarazzo, que lo lanzó en el exterior. A partir de este momento se ve obligado a una producción frenética (hasta ocho óperas en un año), por una demanda de un mercado operístico que lo había convertido en uno de sus favoritos.

En 1827 se establecerá en Nápoles, siendo nombrado dos años después director del teatro Real de la ciudad y en 1834 profesor de contrapunto de su conservatorio.

Es en este periodo cuando se producirá la consolidación de su estilo, destacando: Anna Bolena (1830), L´elisir d´amore (1832), Parisina d´Este (1833) y Maria Stuarda (1834).


Producirá después, otra de sus obras maestras y la que será la más célebre en la posteridad: Lucia di Lammermoor (1835), adaptación libre de la novela The Bride of Lammermoor, de Walter Scott que será la culminación del romanticismo donizetiano.

Posteriormente se sucederá una de las épocas más oscuras de la vida del músico y que será punto de partida de sus posteriores trastornos mentales. En menos de dos años mueren sus padres su hija y su mujer. Fracasará también su obra Pia de Tolomei en la Scala de Milán, lo que terminará por sumirlo en una etapa de melancolía, que le hará abandonar Nápoles y trasladarse a París. Allí reasumirá un ritmo de trabajo desenfrenado al que acompañará el éxito, destacando: La figlia del regimiento (1840), La favorita (1840), Maria di Roan y Dom Sébastien (1843) y sobre todo Don Pascuale del mismo año, que esta considerada unánimemente su obra maestra.

Agotado por la intensidad de su trabajo y por la hipersensibilización de su sistema nervioso, Donizzeti sufrió una parálisis cerebral (1845), será conducido mas tarde a Bérgamo por sus familiares pues el autor había manifestado su voluntad morir allí, haciéndolo el 8 de abril de 1848.



Lucrezia Borgia
Ópera en un prólogo y dos actos, con música de Gaetano Donizetti ( 1797-1848) y libreto de Felice Romani, basado en el drama Lucrèce Borgia de Victor Hugo. Fue estrenada en el Teatro alla Scala de Milán el 26 de diciembre de 1833.
La acción se desarrolla en Italia, Venecia y Ferrara, en el siglo XVI
PRÓLOGO.- En la terraza del Palazzo Grimani de Venecia se celebra un baile de máscaras. Maffio Orsini y Gennaro, con sus amigos, están a punto de salir hacia Ferrara para llevar a cabo una misión diplomática en la corte de Alfonso, duque de Ferrara. Maffio Orsini empieza a explicar una batalla en la que estuvo con Gennaro; éste, cansado de oír esta historia y la relación de las maldades de Lucrecia Borgia, actual duquesa de Ferrara, se pone a dormir. Se van los amigos, y la propia Lucrezia Borgia, enmascarada y acompañada de su espía Gubetta, observando al joven Gennaro dormido no puede disimular su ternura hacia el muchacho, que es su hijo secreto. Aunque Gubetta pone en guardia a Lucrezia, ésta no puede irse de allí hasta que Gennaro despierta. Como el muchacho ignora quién es la bella dama desconocida, se enamora al punto de ella. De pronto regresan los amigos, a tiempo para obligar a la dama a quitarse la máscara: todos la reconocen como la malvada Lucrezia. Todos tienen un familiar u otro que ha sido víctima de sus intrigas y Lucrezia tiene que ver cómo despedazan su reputación delante mismo de su hijo, aunque éste sigue ignorando que se trata de su madre.



ACTO I.- Don Alfonso, a través de su confidente Rustighello, se ha enterado de que Lucrezia estuvo con un tal Gennaro en Venecia, y que éste se ha instalado frente al palacio ducal. Sospechando una relación amorosa, Alfonso ordena a Rustighello que detenga al joven. Se van y poco después salen los amigos de Gennaro con Maffio Orsini, que se ríen de la supuesta fascinación de Gennaro por Lucrezia. Para demostrar que no es cierto, Gennaro arranca del nombre Borgia del palacio ducal la B inicial. Se van todos, pero Rustighello y Astolfo tratan de llevarse a Gennaro; Rustighello gana la partida a Astolfo y se lleva a Gennaro ante la presencia del duque.

En una habitación del palacio ducal, Alfonso ha informado a su esposa del asunto de la letra B y la duquesa insiste en que el culpable sea castigado. Alfonso hace entrar a Gennaro, quien ante el horror Lucrezia, confiesa haber arrancado la letra del palacio. Alfonso decide matarlo y apartando un momento al muchacho, le da a elegir a la duquesa, horrorizada, el método de muerte; ella elige el veneno. Fingiendo amistad, el duque manda traer de nuevo a Gennaro y brinda por una supuesta reconciliación. El duque se va, satisfecho de haber administrado un veneno en el vino al que él se figura amante de su esposa; ésta, sin embargo, le da un antídoto y Gennaro se salva y se va por una puerta secreta que le muestra la extraña duquesa, que ha insistido en que debe marcharse cuanto antes de Ferrara. Gennaro queda completamente perplejo ante lo que ha podido ver en el palacio.


ACTO II.- Es de noche. Contra lo esperado, Gennaro sigue vivo y en su palacio; Rustighello se dispone a matarlo, pero Gennaro sale con Orsini, quien con su carácter despreocupado quiere aplazar la marcha hasta después haber visitado el baile de una tal Princesa Negroni. De mala gana, Gennaro decide ir también al baile.

En el gran salón del Palazzo Negroni. Gennaro y todos sus amigos están en la fiesta; la misteriosa Princesa preside el baile desde la galería. Se sirve vino de Siracusa, y todos beben, aunque Gennaro observa que Gubetta no prueba el vino. Maffio Orsini canta un brindis despreocupado y a pesar de que se oyen cantos misteriosos y fúnebres emprende una segunda estrofa. De pronto se dan cuenta de que están solos en la sala: aparece Lucrezia Borgia, quien anuncia a los amigos que esta cena en Ferrara es en compensación del baile que le dieron en Venecia, y que todos van a morir, porque el vino estaba envenenado y los ataúdes ya están a punto. Gennaro se destaca del grupo y dice que también hará falta uno para él. Lucrezia se horroriza al ver que ha envenenado a su propio hijo y le ofrece un antídoto pero Gennaro exige que haya para todos. No es posible; sólo hay una dosis. Gennaro prefiere morir con sus amigos. Mueren todos, en efecto y, cuando llega Alfonso para detener a Gennaro, Lucrezia enloquece de dolor y le confiesa que Gennaro no era su amante, sino su hijo.

DISCOGRAFÍA.




Donna Lucrezia Borgia - Joan Sutherland
Don Alfonso - Ingvar Wixell
Gennaro - Jaume Aragall
Maffio Orsini - Marilyn Horne
Jeppo Liverotto - Graham Clark
Don Apostolo Gazella - Lieuwe Visser
Ascanio Petrucci - John Bröcheler
Oloferno Vitellozzo - Piero de Palma
Gubetta - Richard Van Allan
Rustighello - Graeme Ewer
Astolfo - Nicola Zaccaria

National Philharmonic Orchestra
London Opera Chorus
Richard Bonynge, 1977

miércoles, 2 de noviembre de 2011

FAUST.



Charles François Gounod (18 de junio de 1818 - f. 18 de octubre de 1893), fue un compositor francés.
Gounod se conoce sobre todo como el autor de la ópera Fausto y de la famosa Ave María, basada en la música del primer preludio del Clave bien temperado de Juan Sebastián Bach. En vida, sin embargo, se distinguió como uno de los más prolíficos y respetados compositores franceses. Su catálogo incluye obras en todos los géneros, tanto sacras como profanas.

Su influencia en otros compositores franceses como Bizet, Saint-Saëns y Jules Massenet es indudable. Hasta el propio Debussy llegó a declararlo «necesario» en cuanto a que su estética representó para aquella generación de franceses un poderoso contrapeso ante el avasallador empuje wagneriano.

Gounod compuso el himno de la Ciudad del Vaticano. Se destacó tanto en su obra operística como en la religiosa. De la primera producción sobresale su Faust y de la religiosa su inmortal Ave María, en esta última faceta se encuadra el himno. En lo personal fue de gran religiosidad hasta el punto de querer convertirse en sacerdote.

ARGUMENTO.
Fausto (título original en francés, Faust) es una grand opera en cinco actos con música de Charles Gounod y libreto en francés de Jules Barbier y Michel Carré, versión de la leyenda de Fausto; adapta la pieza teatral Faust et Marguerite de los mismos Barbier y Carré, inspirada levemente en el Fausto, parte I, de Goethe. Se estrenó en el Théâtre Lyrique (Théâtre-Historique, Opéra-National, Boulevard du Temple) en París el 19 de marzo de 1859.



La acción se desarrolla en Alemania en el siglo XVI.
Acto I.
En el gabinete de Fausto
Adelina Patti en el rol de MargueriteFausto, un erudito avejentado, determina que sus estudios no lo han conducido a ningún lado y que sólo le han hecho desperdiciar su vida y alejar del amor (Rien! En vain j'interroge). Intenta suicidarse dos veces con veneno pero se detiene cada vez que escucha un coro. Maldice a la ciencia y a la fe, e implora asistencia del infierno. Méphistophélès aparece (dueto: Me voici) y, con una tentadora imagen de Marguerite en su rueca, persuade a Fausto de comprar los servicios de Méphistophélès en la tierra a cambio del infierno. El cáliz de veneno de Fausto se transforma mágicamente en un elixir de juventud, transformando a Fausto en un apuesto y joven caballero, los extraños compañeros se suman al mundo


Acto II
En las puertas de la ciudad
Un coro de estudiantes y soldados cantan una canción de bebedores (Vin ou Bière). Valentin, yéndose a la guerra con su amigo Wagner, confía el cuidado de su hermana Marguerite a su joven amigo Siébel (O Sainte Medaille). Méphistophélès aparece, provee a la muchedumbre con vino, y canta una provocadora e irreverente canción sobre el becerro de oro (Le veau d'or). Méphistophélès calumnia a Marguerite, y Valentin trata de herirlo con su espada, que se rompe. Valentin y sus amigos usan los escudos cruciformes de sus espadas para apagar lo que ahora saben es un poder infernal (chorus: De l'enfer). Méphistophélès se une a Fausto y los aldeanos en un vals (Ainsi que la brise légère). Marguerite aparece y Fausto declara su admiración, pero ella rechaza el brazo de Fausto por modestia

Acto III:
Jardín de Marguerite
El locamente enamorado Siébel deja un ramo para Marguerite (Faites-lui mes aveux). Fausto envía a Méphistophélès en busca de un obsequio para Marguerite y canta una cavatina (Salut, demeure chaste et pure) idealizando a Marguerite como una criatura pura de la naturaleza. Méphistophélès trae una caja decorada conteniendo exquisitas joyas y un espejo de mano y lo deja en el umbral de Marguerite, al lado de las flores marchitas de Siébel. Marguerite entra, reflexionando sobre su encuentro con Fausto en las puertas de la ciudad, y canta una balada acerca del Rey de Thulé (Il était un roi de Thulé). Marthe, la vecina de Marguerite, nota las joyas y dice que deben ser de un admirador. Marguerite prueba las joyas y es cautivada por como realzan su belleza, como canta en la famosa aria, la Canción de las joyas (Ah! je ris de me voir si belle en ce miroir). Méphistophélès y Fausto se unen a las mujeres en el jardín y las cortejan. Marguerite permite que Fausto la bese (Laisse-moi, laisse-moi contempler ton visage), pero luego le pide que se vaya. Canta en su ventana por su rápido retorno, y él, escuchándola, regresa. Bajo el vigilante ojo de Méphistophélès, queda claro que la seducción de Fausto a Marguerite será exitosa.

Acto IV.
Marguerite's room / A public square outside her house / A cathedral La habitación de Marguerite / una plaza pública en el exterior de su casa / una catedral

Nota: las escenas de los actos IV y V algunas veces se dan en diferente orden y pueden ser cortadas o suprimidas en las presentacionesDespués de que Fausto la deje embarazada y abandone, Marguerite ha dado a luz y se convierte en una excluida social. Canta un aria en su rueca (Il ne revient pas). Siébel permanece con ella. La escena cambia a la plaza en el exterior de la casa de Marguerite. La compañía de Valentin regresa de la guerra con una marcha militar (Deposons les armes y Gloire immortelle de nos aïeux, el bien conocido "coro de soldados"). Siébel le pide a Valentin que perdone a Marguerite. Valentin se apresura a ir a su casa. Mientras él está dentro, aparecen Fausto y Méphistophélès, y Méphistophélès, creyendo que allí está solo Marguerite, canta una socarrona obra burlesca de una serenata de amante bajo la ventana de Marguerite (Vous qui faites l'endormie). Valentin sale de la casa, sabiendo ahora que Fausto ha corrompido a su hermana. Los tres hombres luchan, Méphistophélès bloquea la espada de Valentin, lo que permite a Fausto dar la estocada fatal. Con su último suspiro Valentin maldice a Marguerite por su muerte y la condena al Infierno ante el pueblo reunido (Ecoute-moi bien Marguerite). Marguerite va a la iglesia e intenta rezar, pero es detenida, primero por Méphistophélès y luego por un coro de demonios. Acaba su rezo, pero se desmaya cuando Méphistophélès la maldice de nuevo.



Acto V.
Las montañas de Harz en Walpurgisnacht/ una caverna / El interior de una prisión
Méphistophélès y Fausto son rodeados por brujas (Un, deux et trois). Fausto es transportado a una caverna de reinas y cortesanas, y Méphistophèlés promete proveer a Fausto con el amor de las más grandiosas y hermosas mujeres de la historia. Un ballet orgiástico sugiere la juerga que continúa durante toda la noche. Mientras se acerca el amanecer, Fausto tiene una visión de Marguerite y la llama. Méphistophélès ayuda a Fausto a entrar a la prisión en donde Marguerite está detenida por matar a su hijo. Cantan un dueto de amor (Oui, c'est toi que j'aime). Méphistophélès afirma que sólo una mano mortal puede rescatar a Marguerite de su destino, y Fausto ofrece rescatarla del verdugo, pero ella prefiere confiar su suerte a Dios y sus ángeles (Anges purs, anges radieux). Al final ella padece alucinaciones de que las manos de Fausto están manchadas de sangre, lo rechaza y se desmaya; Méphistophélès grita que Marguerite ha sido juzgada. Sin embargo, qued protegida por su fe y su arrepentimiento. Méphistophélès se basta para arrastrar a Fausto al infierno. Conforme Marguerite se alza de nuevo, luego asciende en dirección al Cielo, un coro de ángeles anuncia que ella se ha salvado. (Sauvée! Christ est ressucité!).



DISCOGRAFÍA. GOUNOD. FAUST. Giacomo Aragall (ten) Faust; Montserrat Caballé (sop) Marguerite; Paul Plishka (bar) MéphistophélCs; Philippe Huttenlocher (bar) Valentin; Anita Terzian (sop) SiCbcl; Jocelyne Taillon (mea) Marthe; Jean Brun (bar) Wagner; Rhine Opera Chorus; Strasbourg Philharmonic Orchestra / Alain Lombard. Erato Libretto CD 229245685-2 (three discs, nas: 192 minutes: ADD). Notes, text and translation included. From STUIO3I/4 (9/77).

martes, 1 de noviembre de 2011

LA BOHÈME.

Mirella Freni & Jaume Aragall. Gran Teatre del Liceu.

Tras el éxito de Manon Lescaut (1.893), Puccini acometía una nueva ópera basada en la obra por fascículos de Henri Murguer, “Scènes de la vie de bohème”, y que dio lugar a esta ópera que, en febrero de 1.896, se representaba en el Teatro Regio de Turín por primera vez. La historia es conocida por los amantes de la ópera y es fácil de llegar al público que, sin duda, se pone en la piel de los dos protagonistas, Mimì y Rodolfo, nada más iniciarse los primeros compases de la obra y levantarse el telón.


Jaume Aragall, con la excepcional soprano catalana Carmen Hernandez, una soprano
lirica de gran importancia, olvidada por la casas discograficas.



La ópera se inicia en una buhardilla en el Barrio de Montmartre el día de Nochebuena (se ambienta la ópera durante la primera mitad del siglo XIX) pero ese no es el ambiente que se vive dentro de ésta. Marcello, pintor, y Rodolfo, el poeta están desesperados por el frío que “inunda” la habitación y que provoca que Rodolfo recurra a quemar sus escritos en la chimenea. En éstas, llega Colline, el filósofo del grupo, que pretende empeñar algunos libros porque la pobreza les atosiga pero que no consigue al estar en estas fechas navideñas (“Già dell’Apocalisse appariscono i segni. In giorno di Vigilia no s’accettano pegni!- Ya aparecen las señales del Apocalipsis. En Nochebuena no se aceptan empeños). Cuando la llama de la chimenea termina de apagarse, aparece Schaunard, el músico, con comida, leña, y, sobre todo, dinero, de un cliente que le ha contratado. Después de convencerles de que deben de dejar la comida para otra mejor ocasión y acudir al Barrio Latino par disfrutar de estas fiestas, llega el casero recordándoles que deben de pagar el alquiler. Estos le invitan a tomar vino y prometen pagarle pero rogándole que se quede un tiempo. La conversación con el casero acaba con los cuatro bohemios echándole de “esta honesta casa” al hablar de la supuesta infidelidad del casero. Pero el verdadero momento emotivo es la escena del dúo entre Rodolfo ,que se había quedado sólo para terminar un artículo, y Mimì, una vecina que había acudido a su casa a encender la candela que se le había apagado. Ambos quedan prendados al mirarse y es ahí cuando empieza el verdadero dúo, aquel en el que él coge la fría mano de ella mientras buscaban la llave que ella había perdido en la casa y canta ese célebre ”Que gelida manina” cuyo tono melódico sólo es superado por la aria siguiente que canta Mimì ”Sì, mi chiamano Mimì” . Pero el mejor momento está por venir: aquel en que los dos acaban rendidos a ese amor nacido en ellos y que remata el acto (“O soave fanciulla”) y ese “amor,...amor,....amor” que ambos cantan cuando, juntos, se van de la buhardilla, camino del Barrio Latino.

Ya llegados al Barrio Latino y, específicamente, Café Momus, Rodolfo presenta Mimì a sus amigos que la acogen en el grupo (Questa è Mimì,gaia fioraia”). Mientras están comiendo y charlando sobre Rodolfo y el amor, llega Musetta, antigua amante de Marcello ,acompañada de Alcindoro, que consigue turbar a Marcello, que trata de ignorarla en vano... lo que provoca en ella cierto interés renovado hacia él (Quando me’n vo soletta per la via) La escena evoluciona de tal manera que Marcello acaba por ceder a los encantos de ella (O gioventú mia, tu non sei morta) donde ya revela abiertamente su intención por volver a esta con ella. El final es conocido. Los seis amigos se marchan del Café Momús, una vez cargada la cuenta a Alcindoro que no estaba presente, aprovechando el revuelo ocasionado por la llegada de un desfile



Tras un tiempo juntos, llega el momento de la desesperación para Rodolfo y Mimì. Mimì acude a una taberna donde se hospedan Musetta y Marcello, a las afueras de París, para hablar con el pintor y comentarle la situación por la que pasa la relación . Su preocupación está en que siente que Rodolfo la huye y “se destruye por los celos” y que su carácter se ha agriado hasta el punto de gritarle a cada instante que “ya no es para ella, que se busque otro amante”. Marcello le habla de que su relación con Musetta es diferente porque ambos viven en libertad (y que luego se demuestra que no es así) y le dice que lo despertará para hablar con él. Una vez que se encuentran ambos amigos, Rodolfo le dice que ha dejado de querer (“Marcello, finalmente! Qui niun ci sente. Io voglio separarmi da Mimì”) a Mimì y Marcello le acaba preguntando si es celoso a lo cual, Rodolfo lo admite pero de forma muy poco sincera. Al final, acaba reconociendo su verdadera pena: Mimì está muy enferma y siente que él es el culpable del mal que la mata (... me, cagion del fatale male que l’uccide”) y preocupado porque sabe que el amor no basta para salvarla. Mimì, que estaba escuchando las frases de Rodolfo, sale del escondite para reunirse con él y ambos inician un dúo en el que, primeramente Mimì se despide (“Donde lieta uscí al tuo grido d’amore”) de Rodolfo para luego acabar juntos cantando ese final “Ci lascerem alla stagion dei fior” incapaces, de separarse en un momento tan duro (ya deja entrever ese cuarto acto)

Pasado un tiempo, nos encontramos en la buhardilla del 1º acto donde Rodolfo y Marcello trabajan...o intentar trabajar porque el pensamiento melancólico acerca de Mimì y Musetta es tan intenso que les impide concentrarse (“O Mimì tu più non torni”) . En éstas, llegan Colline y Schaunard, y la melancolía da paso a una situación distendida que recuerda a esas escenas previas a la llegada de Mimì con la vela en el acto 1º y que se interrumpe con la llegada de Musetta alarmada (“C’è Mimì che mi segue e sta male”). Una vez solos, Rodolfo y Mimì inician una conversación en el que felicidad del reencuentro se ve enturbiada por la enfermedad de Mimì. En este momento, el oyente se siente trasladado a ese primer acto cuando Mimì evoca el primer encuentro, la vela apagada, la llave perdida...hasta que un ataque de tos nos devuelve a la triste realidad. La legada de Musetta con un manguito para que las manos de Mimì se calienten es el inicio del fin. Con las manos metidas en el manguito dice las últimas palabras...y muere. Mientras que Musetta reza porque Mimì siga viva, Schaunard, que está pendiente de Mimì, le comenta a Marcello que ha muerto. Rodolfo, que no sabe aún del final de su amada, observa las caras...”ese ir y venir” de sus amigos hasta que Marcello acude a abrazarlo con cara compungida. Rodolfo, desesperado, acude hasta el camastro donde yace Mimì con gritos de dolor (Mimì...Mimì...Mimì...)

DISCOGRAFIA.

LA TRAVIATA.


Acto I

La ópera se inicia con un breve pero brillante preludio que empieza a generar una buena predisposición por parte del oyente (o del espectador si está en el teatro) de cara a disfrutar de una ópera romántica que pone al espectador en un mundo de pasión, renuncia al amor, ira y, finalmente, reconciliación en un momento trágico. La ópera, basada en "La dama de las camelias" de Alejandro Dumas, comienza con una fiesta de alta sociedad en casa de Violetta a la que asisten los amigos de ésta entre los que figura Gastón, el Barón Douphol, el marqués o Flora. Gastón presenta de forma halagadora a Alfredo Germont ante Violetta que queda prendada ante aquel joven. Ya sentados en el banquete, empiezan a dialogar sobre el interés que sintió Alfredo por Violetta cuando llega el primer gran momento de la ópera y que le ha dado popularidad en el mundo como es el célebre brindis (Libiamo!) que entona Alfredo y que sigue Violetta posteriormente. Una vez acabado el banquete, se van los invitados a otra sala para bailar y quedan ellos solos conversando ya que Alfredo se siente preocupado por la salud de ella (entre la enfermedad que se menciona al inicio de la ópera y el mareo que le ha obligado a quedarse) y ella siente que el interés de Alfredo por ella es sincero, demasiado sincero para su gusto ya que teme que tras ese interés haya un amor al que ella no quiera responder. A la pregunta de ella ("Da molto è che mi amate?") él da rienda a ese gran "Un dì, felice, eterea" seguido de "Di quell'amore ch'è palpito" que se convierte en el leit-motiv en este acto cuando Alfredo le revela su amor, que ella no quiere ya que "ella no sabe amar" y le conmina a ser amigos pero nunca amantes. Alfredo parte con el resto de los invitados, no sin conseguir antes que pueda volver a verla. Sola en su casa, se queda pensativa ante esas palabras que, unos momentos antes, le había revelado Alfredo y que le hacen plantearse por unos momentos aceptar ese amor que le propone. En pleno delirio emocional se niega ese amor para volver a ser ella misma, la Violetta que sólo quiere gozar en la senda del placer ("Sempre libera deggio!") mientras, a lo lejos, se oye a Alfredo con ese "amor è palpito" .

Acto II

Escena 1.Ha pasado el tiempo y ambos ya viven juntos en una casita cerca de París. Alfredo revela en su célebre "Lunge da lei" y su posterior "De miei bollenti spiriti" que Violetta ha renunciado por su amor a los lujos, fiestas,etc y que se siente "como en el cielo" estando con ella pero, de repente, Annina le desvela que vuelve de París con el fin de vender los bienes de Violetta para seguir viviendo juntos a lo que él se niega y marcha para París, no sin antes sentirse ultrajado (0 mio rimorso!). Llega ahora uno de los momentos más importantes en la trama de la historia de esta ópera: el encuentro de Violetta y el padre de Alfredo, Giorgio Germont. El diálogo entre los dos va in crescendo en el argumento y en la música que Verdi compuso para este fragmento. Giorgio le pide un sacrificio para que abandone a Alfredo por el bien de su familia a lo que, en principio ella niega ( A no!Giammai!...Non sapete che colpita d'atro morbo è la mia vita- Ignoráis que mi vida está herida de una enfermedad fatal- ya se alude al final de Violetta) para luego aceptar el sacrificio a cambio de que, con el tiempo, él le confíe el secreto a Alfredo del tremendo sacrificio hecho por ella.

Con la marcha del padre de Alfredo, Violetta se decide a escribir para despedirse de Alfredo cuando éste llega de París. En este punto se vive un encuentro lleno de emoción que sugeriría escuchase con gran detenimiento el oyente. Ese Amami Alfredo! es de una pasión diferente a la que se puede vivir en otras óperas, ese sentimiento de Violetta que sabe que ese debe ser el final, como las lágrimas asoman en las mejillas de Violetta. De aquí al final del acto, se aceleran las situaciones. Giorgio habla con Alfredo ("Di Provenza il mar, il suolo" con el fin de convencerlo para volver a su tierra natal con sus familiares), Alfredo se indigna por esa separación sin motivo de Violetta y parte hacia París para vengarse de ella, desconociendo ese sacrificio que sí conocía el padre.

Escena 2. En la fiesta organizada por Flora, la tensión va en aumento desde que aparece Alfredo, cuando nadie esperaba su presencia, y dada la rivalidad existente entre éste y el Barón Douphol. Violetta, que estaba también en la fiesta, pide a Alfredo que se marche pues le amenaza un gran peligro. Alfredo se niega y le dice que marchará siempre y cuando ella le siga. Ella es, ahora, la que dice que no puede, que hizo un juramento. Violetta se ve obligada a mentirle y afirmar su amor por el barón. La reacción de Alfredo es cruel, llama a todos los invitados y, delante de ellos, le tira una bolsa de dinero a los pies de ella para que todos sean testigos de que ha pagado la deuda ("Ogni suo aver tal femmina per amor mio sperdea"- Todos sus bienes esta mujer ha derrochado por mi amor...y yo los aceptaba). En ese momento aparece Giorgio Germont y le recrimina la acción despiadada a lo que Alfredo se derrumba. El gran final es digno de escuchar con detenimiento en cada uno de los matices que se reflejan: el remordimiento de Alfredo, la pena de Violetta porque sabe que él desconoce los verdaderos motivos de su sacrificio, la ira del barón, etc.

Acto III

Después de un breve y triste preludio se observa la triste soledad de una pobre mujer enferma que está antes sus últimas hora de vida. Relee la carta que le mandó Giorgio en el que le relata que le contó el sacrificio a Alfredo y que él "volverá para imploraros perdón". El aria "Addio del passato bei sogni ridenti" es el mejor reflejo de lo que escribí en el inicio de este párrafo, aquel que la oiga por primera vez no quedará decepcionado. Aninna le revela la llegada de "una alegría insospechada"...sí, Alfredo llega ante ella y tras unos diálogos rápidos se inicia un dúo ("Parigi, o cara, noi lasceremo") cargado de inusual optimismo que finaliza con otro más cargado de penar (Alfredo empieza a sospechar que el estado de salud de ella está mal) en el que Violetta ya empieza a "despedirse "("Morir si giovane") mientras que él le pide que "no cierre su corazón a la esperanza". Llega el padre y Alfredo le hace ver el mal que ha hecho y que observe el fin de Violetta. Violetta le entrega un pequeño medallón a Alfredo para que lo conserve como recuerdo de amor y le pide que, de enamorarse otra vez, le entregue el medallón a esa "púdica doncella en la flor de sus años" y le diga que es un "don de quién en el cielo, entre los ángeles, ruega por ella, por ti" mientras que Alfredo no puede aceptar el fin de ella... "que viva o un solo féretro me acogerá contigo". Parece que resurge pero no, Violetta muere entre los brazos de Alfredo mientras que el doctor confirma el fatal desenlace.

Fue estrenada, sin éxito, en el teatro La Fenice de Venecia el 6 de marzo de 1853. El público se burló de la representación varias veces, dirigiendo sus burlas en el rol de soprano Fanny Salvini-Donatelli en el rol titular de Violetta. Salvini-Donatelli, aunque una cantante aclamada, fue considerada demasiado vieja (a los 38) y su sobrepeso de manera que no encajaba con el papel dramático de Violetta Valery quien muere de consunción. Verdi había intentado previamente convencer al gerente de La Fenice para dar el papel con una mujer joven, pero sin éxito. A pesar de todo, el primer acto encontró el aplauso al final; pero en el segundo acto, el público empezó a volverse en contra de la representación, especialmente después de cantar el barítono (Felice Varesi) y el tenor (Lodovico Graziani). Al final de la ópera, el público rió a carcajadas en vez de apreciar el final trágico. El día después, Verdi escribió a su amigo Muzio en lo que ahora se ha convertido quizás en su carta más famosa: "La Traviata anoche un fracaso. ¿Fallo mío o de los cantantes? El tiempo lo dirá."[3]

Después de algunas revisiones entre 1853 y mayo de 1854, que afecta principalmente a los actos II y III, la ópera se representó de nuevo en Venecia, esta vez en el Teatro San Benedetto. Esta representación fue un éxito de crítica, en gran medida debido al retrato de Violetta hecha por Maria Spezia-Aldighieri. El 24 de mayo de 1856 la versión revisada fue presentada en Her Majesty's Theatre en Londres y le siguió el 3 de diciembre de aquel año su estreno en Nueva York.

Desde entonces su popularidad ha sido constante y se ha mantenido en el repertorio hasta la actualidad. La traviata sigue siendo importante dentro del repertorio operístico estándar y aparece como la número 2 en la lista de Operabase de las óperas más representadas en todo el mundo para el período 2005-2010,[4] la primera de Italia y de Verdi.

Con La Traviata, Verdi alcanzó un estilo maduro, con mayor hondura en la descripción de los personajes, mayor solidez en las construcciones dramáticas, y una orquesta más importante y rica.

Es una obra atípica dentro de la producción de Verdi por su carácter realista. No refiere grandes hechos históricos, como Nabucco, ni está basada en tragedias como Macbeth, sino que es un drama psicológico de carácter intimista. Fue la primera ópera en el cual los actores usaron trajes contemporáneos de la época (smoking y vestidos largos de dama a la usanza francesa o inglesa) ya que hasta ése momento, las óperas siempre usaban trajes históricos, correspondiente a siglos pasados u otras civilizaciones (tal como pasó en Aida donde usaban ropas del antiguo Egipto, Nabucco del antiguo Israel o Rigoletto que evocaba al siglo XVI del norte de Italia).





DISCOGRAFIA.


LA TRAVIATA


Pilar Lorengar / Пилар Лоренгар - Violetta Valery
Dietrich Fischer-Dieskau / Дитрих Фишер-Дискау - Giorgio Germont
Giacomo Aragall / Джакомо Арагаль - Alfredo Germont
Stefania Malagu - Flora Bervoix
Silvio Maionica - Marquis d'Obigny
Pier Francesco Poli - Gastone, Vicomte de Letorieres
Virgilio Carbonari - Baron Douphol
Mirella Fiorentini - Annina
Alfonso Losa - Giuseppe
Giovanni Foiani - Doctor Grenvil


Berlin Deutsche Oper Orchestra
Conductor - Lorin Maazel / Лорин Маазель
rec. 1968

lunes, 31 de octubre de 2011

TOSCA.



Acto I - Iglesia Sant'Andrea della ValleAngelotti, ex cónsul de la República de Roma, huye de la prisión y se refugia en la iglesia Sant'Andrea della Valle, donde se encuentra el panteón familiar. De acuerdo a un mensaje que le enviara su hermana, la marquesa Attavanti, allí encontraría ropas para disfrazarse y huir de Roma. Angelotti entra a la capilla y se esconde en ella. Aparece el Sacristán creyendo que alguien ha entrado pero solamente encuentra un cesto con comida del pintor Mario Cavaradossi.

Aparece el pintor para continuar con su trabajo, un cuadro con la imagen de María Magdalena en el que el Sacristán reconoce a una dama que había visto rezando en la iglesia. Sin embargo, el pintor solo piensa en Floria Tosca, su amada, actriz y cantante.

Angelotti, abandona su escondite creyéndose solo, y se encuentra con Cavaradossi quien está decidido a ayudarle a escapar. Se escucha la voz de Tosca que se acerca, y el pintor le ofrece comida a su amigo, quien se esconde nuevamente. Al llegar Tosca, está convencida de haber escuchado voces y le monta a su amante una escena de celos, que se agrava al notar el parecido de la Magdalena del cuadro con la marquesa Attavanti. Finalmente, acepta las explicaciones de Cavaradossi y se marcha.

Aparece nuevamente Angelotti y Cavaradossi le ofrece como refugio su casa de campo hasta abandonar el país. El ruido de un cañón proveniente del castillo de Sant'Angelo da cuenta de que se ha descubierto la fuga de Angelotti, y Cavaradossi decide acompañar personalmente a Angelotti a su casa.

El Sacristán entra jubiloso para comunicarle a Cavaradossi la noticia de que Napoleón Bonaparte había sido derrotado. Pero su alegría se interrumpe al llegar Scarpia, el jefe de policía de Roma, para registrar la capilla de los Attavanti, y encuentran un abanico con el escudo de armas de la familia Attavanti. Scarpia concluye que Angelotti ha sido ayudado a fugarse.

Reaparece Tosca buscando a Cavaradossi, y Scarpia sugiere que su amante se ha ido con la dama del cuadro. En un nuevo arranque de celos, Tosca decide ir a la casa de campo a sorprenderlos. Scarpia ordena a Spoletta que la siga y busque allá a Angelotti. Sin embargo, Scarpia confiesa que su intención no es solamente capturar al fugitivo sino también seducir a Tosca. Comienza el Te Deum y todos se unen en la plegaria de acción de gracias.

Aprile Millo & Giacomo Aragall.

Acto II - Palacio Farnese. Oficinas de ScarpiaDesde su oficina en el Palacio Farnese, Scarpia medita sobre sus deseos amorosos y la búsqueda de Angelotti. Se oyen los ecos de la fiesta en honor a la derrota de Napoleón, y Scarpia da la orden de que Tosca sea conducida ante él una vez que finalice su actuación. Spoletta, presa del miedo, le informa de que no pudieron hallar a Angelotti, pero que detuvieron a Cavaradossi.

Scarpia interroga a Cavaradossi, pero al no obtener resultados ordena que sea torturado hasta que confiese. En medio de la tortura llega Tosca, y horrorizada ante los gritos de su amante confiesa el lugar donde se oculta Angelotti.

Cavaradossi, iracundo acusa a Tosca de traidora, pero llega Sciarrone para informar a Scarpia de que Napoleón había triunfado sobre el ejército austriaco en la batalla de Marengo. Cavaradossi exclama con júbilo su esperanza en el fin de la tiranía, y Scarpia responde ordenando que el prisionero sea ejecutado.

Tosca y Scarpia quedan solos, y el jefe de policía le ofrece salvar la vida de Cavaradossi si ella se entrega a sus deseos amorosos. Tosca no sabe como huir de esa situación, y a pesar de sus ruegos y lágrimas se ve obligada finalmente a ceder (Vissi d'arte), no sin antes exigir un salvoconducto para que ambos amantes puedan huir de la ciudad. Scarpia acepta y simula dar órdenes a Spoletta para simular la ejecución de Cavaradossi, y de esa forma mantener las apariencias y evitar sospechas respecto del acuerdo con Tosca.

Spoletta comprende las órdenes de Scarpia y se retira. Impaciente, Scarpia se acerca a su víctima, y Tosca, que toma un cuchillo de la mesa, lo apuñala en el pecho, toma el salvoconducto y escapa, después de acercar dos candelabros junto al cuerpo de su enemigo y colocar en su pecho un crucifijo

Acto III - Terraza superior del castillo de Sant'AngeloMientras amanece se escuchan las campanadas de las iglesias de Roma y el canto de un pastor. Un soldado trae a Cavaradossi, y el carcelero mira los papeles buscando el nombre del reo y le anuncia que solo le queda una hora de vida. A cambio de un anillo obtiene permiso de escribir unas líneas a su amada. Entra Tosca y se precipita hacia Cavaradossi, le muestra el salvoconducto y le relata lo sucedido. Le pide que actúe con naturalidad cuando simulen la ejecución. El pelotón se alista para el fusilamiento, dispara contra el reo, y Mario cae. Al retirarse los soldados, Tosca se acerca a su amante y lo llama para que escapen, pero Mario está muerto.

Comienzan a oírse voces que se acercan en búsqueda de Tosca ya que ha sido encontrado el cuerpo de Scarpia, y Spoletta aparece junto a Sciarrone para detener a Tosca. Tosca, desesperada, sube rápidamente a la muralla del castillo, y se lanza al vacío.

Tosca es un gran melodrama trágico, con un trasfondo histórico y político particular que sirve de pretexto para el desenlace de la acción. Los caracteres de los personajes están hábilmente delineados psicológicamente.

Es una historia de engaños y dudas. Nada parece honesto y directo; incluso el amor es perturbado por los celos. La tortura de Cavaradossi fuerza a Tosca a confesar, no a él mismo. Scarpia, el hombre más temido de Roma, es asesinado por una mujer dulce e inocente. Hasta los personajes secundarios como el sacristán y los guardias también actúan en forma deshonesta. El uso inadecuado de los objetos y las situaciones se utiliza sistemáticamente para crear una atmósfera asfixiante de duda y sospecha. Incluso algo tan definitivo como la ejecución de Mario resulta una "falsa simulación".

La obra comienza con la huida de la prisión de Angelotti, procónsul de la República de Roma, preso en el Castillo de Sant Angelo tras la caída de la República. Si bien es un personaje secundario, es el disparador de toda la trama.

El Barón Scarpia es el jefe de policía de Roma. Personaje siniestro y sádico, no va a dudar en hacer uso de su poder para su provecho personal y satisfacer su deseo.

Mario Cavaradossi es un pintor, amigo de Angelotti y amante de Tosca. Si bien no tiene una participación política activa, simpatiza con las ideas liberales. Cavaradossi es el instrumento de Scarpia para cumplir su doble objetivo de apresar a Angelotti y poseer a Tosca.

Tosca es una mujer cuya vida transcurre entre el arte y su amante Mario. Es sofisticada, con cierto aire de frivolidad y totalmente ajena a los acontecimientos políticos. Uno de los aspectos centrales de esta obra es la evolución que va sufriendo este personaje frágil, que envuelto en situaciones extremas jamás imaginadas alcanza el carácter de una verdadera heroína trágica

La ópera comienza, sin preludio ni obertura, con el tema del Barón Scarpia, tres siniestros acordes que suenan al unísono en los metales, y que expresan la naturaleza diabólica de este personaje. Seguidamente, se escucha el tema de Angelotti, un motivo sincopado de gran dinamismo que describe su condición de fugitivo, y contrasta con el tema anterior. La sucesión de estos dos temas al comienzo de la obra señalan musicalmente las fuerzas antagónicas que serán el punto de partida de la acción dramática.

Siguiendo la técnica del leitmotiv, muy utilizada por Puccini en esta ópera, ambos temas aparecerán, con diversas transformaciones, a lo largo de los actos primero y segundo, para subrayar distintos aspectos de la trama, y generar significados que permiten al espectador comprender los sentimientos y pensamientos de los personajes más allá de las palabras. Por ejemplo, cuando Tosca le insiste a Mario Cavaradossi que se encuentren a la noche en su casa de campo, la orquesta ejecuta el tema de Angelotti, indicando al oyente que Mario no puede acceder al pedido de Tosca ya que debe ayudar a su amigo.

La aparición del sacristán introduce un tema jocoso que relaja momentáneamente la densidad de la situación. Las bromas del Sacristán con Mario conducen al aria Recondita Armonia, una romanza en la que Mario compara a su amante Tosca con la mujer cuyo retrato está pintando. Aria de gran intensidad vocal, por momentos se ve enriquecida por la contramelodía del Sacristán.

La aparición de Tosca es acompañada por un tema que la caracteriza, de gran lirismo.

Una de las escenas centrales de este acto es el extenso dúo entre el pintor y su amada Tosca. Esta escena atraviesa distintos climas, desde el suave y tierno tresillo instrumental con el que comienza, la descripción de Tosca de una existencia idílica junto a Mario en una casa en el bosque, su arranque de celos al ver la imagen de una mujer en el cuadro que pinta Mario, y el clímax final donde sus voces se funden extasiadas al unísono.

Con el arribo de Scarpia la orquesta se vuelve más profunda y oscura, culminando la escena final en el brillante Te Deum.

En esta escena, que como todo el primer acto transcurre en la iglesia, se desarrollan los preparativos del Te Deum mientras Scarpia expresa, a través de un discurso sensual y lascivo, su intención de someter a Tosca. Puccini muestra su habilidad para generar una situación teatral de gran impacto, combinando dos elementos fuertemente contrapuestos, como son la lujuria de Scarpia con la espiritualidad de la iglesia, y llevando la escena al clímax a través de la fusión de ambos.

La mayor parte del segundo acto gira alrededor de la confrontación dramática entre Scarpia y Tosca. Se trata de un desarrollo sumamente violento, que incluye la escena de tortura de Mario, la extorsión de Tosca y culmina con el asesinato de Scarpia. Abunda el estilo conversacional, especialmente durante la escena de tortura, lo que acentúa el realismo de la acción dramática. En el medio de esta violencia, la acción se detiene por un momento, y Tosca canta el célebre aria Vissi d´arte, donde se desarrolla el tema de Tosca ya presentado en el primer acto. En esta aria, Tosca expresa su desconcierto respecto del momento que está viviendo, sin comprender los motivos por los cuales el destino la llevó a esa situación extrema.

El acto tercero comienza con una introducción orquestal, que describe los alrededores de Roma. El canto del pequeño pastor es precedido de una introducción que termina con la repetición en el registro grave de la orquesta de los tres acordes del motivo de Scarpia, un sutil presagio de que la participación de Scarpia en el drama aún no ha terminado.

Antes de que pasen a buscarlo para su inminente ejecución, Mario entona el aria e lucevan le stelle, sin duda una de las páginas más célebres de toda la historia de la ópera. En ella Mario evoca los dulces momentos vividos con Tosca, pero culmina expresando angustiosamente su amor por la vida, sabiendo que está próximo a morir. El motivo central del aria, que ya había sido presentado al comienzo del tercer acto, se escucha en el violento final de la ópera, luego del trágico suicidio de Tosca.

DISCOGRAFIA.
Puccini: Tosca de Chorus of the Welsh National Opera, Giacomo Aragall, Kiri Te Kanawa, Leo Nucci, National Philharmonic Orchestra & Sir Georg Solti.